jueves, 14 de mayo de 2009

Crónicas Del Príncipe Roto: Chiarimento

Mi historia comienza así como empiezan muchas historias, en una tierra lejana; yo un joven príncipe roto caminando en un desierto en una búsqueda; dirán: que porque digo que estoy roto, bueno será mejor que les cuente él porque estoy roto.

Yo vengo de una isla envuelta en la neblina, donde está el reino triste de Ombre, una ciudad habitada solo por sombras, y digo sombras porque los habitantes han vivido en tanta tristeza que solo son sombras de lo que fueron alguna vez. Este reino es regido por un rey solitario y amargado; el inmenso castillo donde nací, parece más una fortaleza que castillo, este se encuentra en medio del pueblo y es custodiado por hombres-bestias.

Hay vivimos sumidos en la pereza y la hipocresía mi padre, el rey y yo; Bueno se estarán preguntando por la reina, mi madre murió hace años cuando yo nací; al pasar los años solo nos sumíamos más en la fría soledad. Hasta hace poco, un día un grupo de alegres nómadas llegaron a nuestro reino, con bailes y cantos, personas muy diferentes a las que podrías llegar a encontrar aquí en Ombre; y en tan colorido conjunto, había una muchacha hermosa, la cual hizo que por primera vez en toda mi vida a mi corazón bailar de emoción en mi pecho.

Esta muchacha llamada Roma, esta bella muchacha trajo luz a tan lujubre reino; corríamos, jugando a las escondidas por los cuartos del palacio; besándonos de una manera apasionada. Su gente duraron varios meses en nuestro reino, logrando despertarlo de su letargo; pero se acercaba la fecha de partir para ellos, por esto el rey mando a que se hiciera una gran fiesta en el palacio. El día de la fiesta Roma y yo decidimos consumar nuestro amor; a la mañana siguiente note que ella se había ido y toda su gente también.

La busque por todos los rincones del reino; sin encontrar ni un rastro de su angelical persona. Debido a la excitación de mi alocada búsqueda, no me había fijado que me faltaba algo, mi corazón no estaba, no latía nada en mi pecho, los doctores del palacio me dieron la desagradable noticia de que mi corazón había sido usurpado.

Ya entienden el porqué de tan extraño sobrenombre. Así me llama el príncipe roto, un tonto que perdió la mitad de su corazón por amor. Por eso me embarque en esta aventura en búsqueda de ella, la gorgona venenosa que me robo el corazón, dejándome incompleto, ósea roto.

Quiero que me disculpen, porque he llevado este estigma por tantos años que he llegado a olvidar mi nombre a veces; yo soy Galiel (el príncipe roto).

Mi búsqueda me ha llevado por inmensas llanuras, me enseña paisajes inimaginables; en el camino encuentro personas extrañas y tan diferentes a mí. Años pasan sin que halle rastros de ella y por las noches me atormenta el recuerdo de su perfume...CONTINUARA

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