jueves, 4 de junio de 2009

El Monologo Del Ángel Azrael

Yo he caminado por esta tierra desde su creación, he caminado por todos los rincones de este mundo. Miro a los insulsos mortales, a los que mi padre les entrego el don de la vida.

Soy un ángel de la creación, pero uno muy diferente a los demás, no porque exista desigualdad entre nosotros, sino por la tarea que me fue encomendada, durante mi paso por el mundo, he tomado varias formas... durante las primeras eras de la tierra; fui usado como ente de destrucción masiva, para exterminar a las primeras creaciones de mi padre (Los dinosaurios); antes de la llegada del hijo de mi padre, se me pidió castigar a los egipcios por sus atrocidades contra el pueblo judío; pero no hubo época más oscura, que cuando un mortal decidió usar el don del libre albedrio en contra de sus hermanos, este mortal de nombre Adolfo H; motivado por un odio irracional, quiso jugar a ser Dios, durante la época llamada El holocausto, aniquilo mas vidas que cualquier plaga o terremoto, en realidad esa fue la época en la que el mundo perdió su inocencia y fue introducido al terror.

Pienso en todas las almas que he acompañado en su último viaje; me sorprende la cantidad de almas que conducí, el día que el oriente pidió la sangre de los hombres de occidente, ese día derribaron algo más que dos simples construcciones, les arrebataron la confianza en el projimo y la transformaron en suspicacia atemorizada; que les pasa a estos mortales, no entienden que a mí me afecta bastante este ordenanza divina que tengo que me toca cumplir, para que ellos le agreguen más dolor del que ya siento; estúpidos e insulsos mortales con sus guerras devastadoras; de verdad me repugnan a veces, pero siempre intento recordar que no todos son tan cerrados de mente.

Pienso en todos los nombres que me han dado los mortales para referirse de manera burlona a mí: Mors, Mortus, La parca, La peluda, Babalu, Abou-Jaira y otros me convirtieron en una deidad, inclusive venerada dándome nombres como: Miquiztli para los incas, sacrificaban vírgenes en mi nombre; Anubis para los egipcios, hacían rituales inmensos para invocarme; Hares para los griegos, construyeron templos con imágenes falsas, ilusos y tontos los mortales como si yo mereciera algún premio, cuando los verdaderos señores de la muerte son ellos mismo; Con sus guerras, su hipocresía y su dificultad para entender que aunque tengan diferencias; Son hermanos, todos esos nombres los desprecio; temerosos los humano son, no aceptan la muerte; al final por más que se escondan y traten de huir, todos están destinados a conocerme a mi; yo soy Azrael, el que los acompañara hacia la luz al final del túnel.


lunes, 1 de junio de 2009

Abstracción de un mortal

Es increíble que todo lo que hoy existe vino de una explosión de partículas (big bang), no soy como los religiosos o los cientologos que discuten si fue obra de un ser divino o de una combustión espontánea en el espacio/tiempo; en realidad eso no es lo importante, sino el hecho de que este planeta es majestuoso existe, por lo menos a mí me gusta la idea de que hay un ser que se imagino todo esto y lo creo. Mírennos a nosotros, los humanos, tenemos cuerpos creados de una manera casi irreal, tenemos un cerebro que al mismo tiempo que es un órgano físico; es un órgano metafísico.

Somos capaces de llegar más allá de los confines del universo, tan solo con el uso de nuestra imaginación, Con nuestra memoria podemos guardar recuerdos de tiempos felices y lecciones de otros no tan felices.

Nuestra cognición nos permite hablar un sin número de lenguas y entender hasta las más complejas ecuaciones; somos de verdad criaturas increíbles, pero estamos tan dedicados en buscar la respuesta a la antigua incógnita de quién tiene la razón, ¿la ciencia o la religión?, Cuando en realidad ambas tienen razón.

Nuestra creación es tanto un hecho divino como químico; una puesta de sol es igual de linda, aunque no se sepa, el ¿por qué? Y el ¿cómo?, funciona; Este mundo no deja de tener su cuota de asombro y espero que así se mantenga, prefiero maravillarme con las incógnitas del mundo, siendo un tonto ignorante, más que un culto sabelotodo. Los humanos somos capaces de hacer las mas horripilantes acciones, pero también de las mas maravillosas y desinteresadas actuaciones; es cuestión de cómo uses el regalo del libre albedrío, pero siempre recordando la ley karmica «todo lo que hagas se te devuelve», esa la verdadera justicia divina; hasta cierto punto es una de los parámetros que domina mi asombro, en realidad este planeta es fascinante.

Y si aun de leer todo lo que escribí crees que el mundo es una porquería sin sentido, lamento decirte que realmente mereces ser llamado “HUMANO.