viernes, 26 de febrero de 2010

Respuesta Insatisfactoria

Hace unos días mientras me dirigía a una reunión me encontré con un amigo que tenía unos años sin ver, cuando lo salude le pregunte: Dime Juan ¿y que de tu vida?, a lo que mi amigo respondió: bueno, muy contento; Tengo un carro del año, una laptop; Estrene hace poco mi aire acondicionado, tengo un plasma de 42 pulgadas, etc.

Ante su respuesta me quede un poco atónito y cuando reaccione solo le dije: bueno, hablamos otro día que estoy tarde para un compromiso, mientras caminaba me puse a pensar en la respuesta de mi amigo y me dije para mi mismo: quizás fue que el no entendió la pregunta, seguro que él pensó que le estaba preguntando por las cosas que tenia.

Ya en la reunión seguí pensando en lo que me había respondido mi amigo y llegue a la siguiente conclusión; La mayoría de las personas miden su vida en relación a los bienes materiales que tienen; creyendo que dependiendo de la cantidad de bienes que tengan, serán o no considerados exitosos; yo considero que eso no es cierto el éxito se obtiene a través de la sabiduría y esa sabiduría es entender que no es cuanto tienes, sino cuanto valoras; Así que ya saben cuando les pregunten ¿y que de tu vida?, no hagan un listado de lo que tienen que no es esa la respuesta.


viernes, 12 de febrero de 2010

Palabras Humildes

Entendí el mensaje del creador erradamente, creía que yo sería un príncipe del futuro; pero él se ha encargado de hacerme entender que yo no heredare la tierra, sino que mi destino está orientado a preparar el camino para que otro lo herede; mi tarea es la de construir, no de habitar.

Yo un simple escritor de ideas, no seré honrado en mi época, sino cuando años hayan pasado de que yo haya dejado de existir. Quizás un joven en una tierra lejana despolvando entre viejos escritos encontrara las palabras de este humilde servidor; y mientras lea mis fútiles palabras se inspirara, con esto el hará que yo cumpla mi tarea en el mundo… «Un escritor jamás debe esperar ser glorificado por su don divino, sino que debe regocijarse al inspirar sentimientos entre aquellos que se detengan a leer sus palabras rebuscadas que nacen directamente del corazón»
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