miércoles, 25 de noviembre de 2009

Reyes Del Futuro

Mientras caminaba por un campo de sueños me encontré con un sabio que me dijo las palabras más sublimes y extrañas que había escuchado; él me dijo: "bienaventurado seas, porque eres un rey del futuro", esta exclamación me causo un poco de gracia.

El sabio me explico que era un rey del futuro, porque en mis hombros esta puesto el futuro de la humanidad; y dependiendo de las decisiones que yo tomara a lo largo de mi vida, tendría el poder de cambiar el camino del mundo para bien o para mal.

También me dijo que deambularía por el desierto de la durante varios años, hasta que lograra encontrarme conmigo mismo y que solo en ese momento sabría si había tenido un buen reinado o tan solo había llevado al mundo un paso más hacia su destrucción.

Ante toda esta explicación, reflexione de lo que había sido mi vida hasta ese momento, me senté junto al sabio y le dije: confié en mi sabio maestro, mi alma jamás descansara hasta convertirme en un rey del mañana digno de admiración.

Todos los jóvenes estamos llamados a encarrilar el camino del mundo hacia un mañana prospero; por eso debemos preguntarnos, ¿soy un digno rey del mañana?, en caso de que la respuesta sea negativa, debemos recapacitar de las palabras del sabio e intentar cambiar este mundo; porque es nuestro deber, así que reyes del futuro del mundo es el momento de empezar.


viernes, 20 de noviembre de 2009

Antología De Una Batalla

En el campo de batalla se encontraron viejos enemigos; dos grandes generales de hombres; herederos del arte sangriento de la guerra; hermanos de un mismo padre, hijos de Ares dios maldito de la destrucción y muerte.

Dos grandes ejércitos se batirán en este valle, a la luz del ardiente sol; los corazones sienten emoción, adrenalina aumenta y el miedo a la muerte se huele a distancia; pero los comandantes no muestran ninguna emoción, sus miradas están fijas en uno en el otro.

Hombre contra hombre, espada contra espada, escudo contra escudo y corazón contra corazón; la batalla la pierde aquel que subestima la habilidad de su enemigo, por eso los generales esperan el momento exacto, observando la formación del enemigo.

Las horas pasan y la tensión aumenta; los generales suben la moral haciendo sonar los tambores; se acerca el momento rojos; los generales brindan las que quizás sean las últimas palabras a sus respectivos ejércitos; Y con un grito de guerra comienza la carnicería; miles de hombres matan a sus prójimos; algunos por gloria otros dinero u por una ilusión de libertad.

Al anochecer la batalla termina; solo quedan un montón de cuerpos, sangre y sueños que jamás se cumplirán ante la mirada de los cuervos que están listos para darse un festín; de un lado del campo se celebra la victoria, mientras que del otro huyen derrotados, pero en realidad en la guerra nadie gana y tan solo queda el recuerdo de aquellos que cayeron en batalla.