lunes, 18 de mayo de 2009

Crónicas Del Príncipe Roto: Prodezza

Salí disparado de mi cuerpo, atravesando montañas en el oeste hasta llegar un desierto inmenso; en ese mar de arena vi una caravana que se alejaba a velocidad, y en esta caravana la vi, a la suma de todo mi odio motivador; con su hermosa cara brillando ante el sol; Luego caigo como en un sueño.

Oigo una voz que me dice: Despierta amigo; era Savir invitándome a salir de mi sueño.

Le conté lo que había visto durante mi viaje metafísico y él me dijo que ese desierto que había visto se llama Terketmek (el desierto de los tontos), este páramo maldito se llamaba así de debido a que solo un tonto se atrevería a cruzarlo solo.

Le dije a Savir: Pues, seré un tonto; porque mi corazón se encuentra a través de esas montañas y hacia ese desierto.

Me dijo: Amigo es tu búsqueda y es tu carga, pero cuídate en Terketmek, pon atención a tu entorno cuando este haya y sobre todo siempre debes estar alerta, en ese desierto hay cosas más peligrosas que las tormentas de arena y el calor; camina recto a través del paso de las montañas. Veras un bifurcación que llega hacia la entrada del desierto; sigue la puesta del sol y saldrás del desierto en 3 ciclos solares.

Me entrego una petaca de llena de agua, una bolsa con comida y ensillo un caballo para mi; cuando me entrego el caballo, me dijo: confía en él, el te cuidara si lo tratas con respeto, Su nombre es Prodezza.

Prodezza era un pura sangre, de color grisáceo, con ojos negros y seguros; el caballo me miro con cara de desconfianza como si no viera pureza de corazón.

Me dije a mi mismo: nunca me dejara montarlo no tengo corazón por eso, no ve pureza en mi y siente mi sed de venganza.

En ese momento de distracción Prodezza me golpea con su cabeza como invitándome a montarlo; y Savir dijo con un aire de ironía: Solo aquel que no se sienta merecedor de montarle, podrá hacerlo.

Me despedí de Savir; agradeciéndole todo lo que el por mi había hecho; monte sobre él y a paso firme, Prodezza galopo a toda velocidad hacia las afueras del pueblo y de ahí hacia la montaña; Sentía un fuego ardiendo en mí y me sentía listo para vencer el desierto...CONTINUARA

No hay comentarios: