En el vacío de la noche se escucha un llamado, se siente una esencia en el aire que nos invita a liberarnos de nuestras ataduras morales y a divertirnos bajo la luna llena. Nosotros los convocados somos los hijos de la medianoche.
Cuando baja el sol, sentimos que algo se acerca, lo sentimos en todo nuestro ser, como si alguna droga corriera por nuestra sangre, la sensación es tan poderosa que llega al punto del orgasmo.
Nuestra madre nos llama a jugar bajo el manto de la oscuridad con solo la luna como testigo, nos brinda su frió abrazo. Durante su autoridad sombría, no sentimos el miedo, dolor o pena, solo existe el deseo.
Su aura gris lleva la melancolía como una madre lleva su hijo de las manos, ese es el destino que marca a sus hijos, siendo yo uno de muchos que siente esta nostalgia tan intoxicante.
A mi oscura reina, a ella sirvo, soy súbdito a su embrujo, ella me rige porque conoce mis instintos más profundos.
Aunque mi reina me hace libre, se que este sentimiento no durara, Porque su reino nocturno acabara cuando sol sangre a través de mis ojos.
Cuando baja el sol, sentimos que algo se acerca, lo sentimos en todo nuestro ser, como si alguna droga corriera por nuestra sangre, la sensación es tan poderosa que llega al punto del orgasmo.
Nuestra madre nos llama a jugar bajo el manto de la oscuridad con solo la luna como testigo, nos brinda su frió abrazo. Durante su autoridad sombría, no sentimos el miedo, dolor o pena, solo existe el deseo.
Su aura gris lleva la melancolía como una madre lleva su hijo de las manos, ese es el destino que marca a sus hijos, siendo yo uno de muchos que siente esta nostalgia tan intoxicante.
A mi oscura reina, a ella sirvo, soy súbdito a su embrujo, ella me rige porque conoce mis instintos más profundos.
Aunque mi reina me hace libre, se que este sentimiento no durara, Porque su reino nocturno acabara cuando sol sangre a través de mis ojos.
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