El sonido contagioso de los tambores, invade mi cuerpo provocando que mis pies se muevan sin control, en ese momento lanzo mi timidez a través de mis brazos, mi cabeza lleva el ritmo como hipnotizado. La lluvia empieza a caer, pero no me importa, estoy hechizado por este bembé africano. Mi corazón late como nunca a latido.
Mi alma esta en llamas, los tambores tocan cada vez con más fuerza haciendo que la selva retumbe; este es un ritual por la vida, donde recordamos que Dios nos hizo libres. Grito al cielo y elevo una plegaria, para que esta música no termine.
Que el ritmo me lleve bien atrás, a los tiempos sencillos; donde todos éramos inocentes, para luego dejarme perplejo al enseñarme lugares que jamás había visto.
Esta música me llevara a donde pertenezco a la madre tierra, volveré a ser niño en esta noche estrellada, jugare dando vueltas hasta desmayarme; Despertare y estaré contento de que solo era un sueño, porque a pesar de que era fantástico, no te tenia junto a mí en el.
Mi alma esta en llamas, los tambores tocan cada vez con más fuerza haciendo que la selva retumbe; este es un ritual por la vida, donde recordamos que Dios nos hizo libres. Grito al cielo y elevo una plegaria, para que esta música no termine.
Que el ritmo me lleve bien atrás, a los tiempos sencillos; donde todos éramos inocentes, para luego dejarme perplejo al enseñarme lugares que jamás había visto.
Esta música me llevara a donde pertenezco a la madre tierra, volveré a ser niño en esta noche estrellada, jugare dando vueltas hasta desmayarme; Despertare y estaré contento de que solo era un sueño, porque a pesar de que era fantástico, no te tenia junto a mí en el.
